¡Qué paz tan extraña!
Siento que no me hace falta nada en absoluto, la verdad. Lo que perdí no lo quiero recuperar, no tengo la intención.
Tampoco deseo la felicidad.
Ahora sólo me mueve la ambición de superarme para poder agradecerme algo a mí misma por una vez.
Si, suena muy turbio, pero realmente es así. Ésta semana he aprendido muchas cosas, nada es lo que parece, y a medida que se crece todo se va derrumbando para dar paso a otra forma de ver las cosas...en resumidas cuentas: crecer y despertar.
Ni lo que se tenía mitificado desde siempre va a estar ahi como un ejemplo a seguir... Y esque hasta los difuntos defraudan.
Me han elegido para la partida de Demonio :P
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 Incongruencias:
Publicar un comentario