"Feliz aquel que vive alejado del ajetreo y del ruido de la ciudad."
Horacio.
Ilusiones.
Ilusiones que nos hacen poder seguir con el día a día. Ilusiones que actúan al igual que la dopamina y se convierten en la mayor de las drogas.
Y una vez acabado "lo nuevo", una vez más situados en lo rutinario, las buscamos de nuevo, dejando atrás aquello establecido, aquello que ya hemos conseguido y que se traslada al plano de la monotonía.
Es ahí, cuando una deja de amar, y pasa a querer o simplemente a tener cierto cariño por la otra persona.
Una vez más la política de ensayo y error.
No basta con errar una vez para que una no lo vuelva a hacer.
Más tarde, te darás cuenta de que no hay nada como lo establecido.
Ya lo dijeron nuestros padres: "Más vale pájaro en mano que ciento volando"
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