Mi jardín digamos que es un sitio de paso, a veces atestado de frondosas plantas; algunas comunes, las que más exóticas, y algunas únicas que nadie puede poseer. Otras, se convierte en un lugar desierto, bajo la calidez del sol o el frío más absoluto.
Hay distintas agrupaciones de plantas. Unas pertenecen a la familia, otras al trabajo, otras a las amistades y, como no, una al amor. También hay malas hierbas dentro de cada agrupacion, como en todo jardín que se precie.
Últimamente me dediqué a cuidar algunas dentro del enorme macetero de las amistades y puse todo mi empeño en la del amor.
Tanto fué así que quizá la regué demasiado y se ahogó. O que quizá la regué a mi manera sin preguntar siquiera si era una de esas plantas exóticas que necesitan cuidados especiales. Me ensimismé tanto en su extraña belleza, que poco me importó lo demás y egoistamente la intenté hacer mía a mi modo sin importarme su verdadera naturaleza.
Pero aun así siento rabia. Rabia de que haya sido tan egoísta, que no me haya comunicado cuales eran los cuidados que necesitaba, rabia de que NUNCA me haya dado frutos y yo le haya dado todo...
Rabia de que nunca jamás dijese un "Te quiero".
Pero claro, las plantas no hablan.
Objetivos de este mes:
-Arrancar la puta planta muerta
-Comprar abono para todas las plantas del trabajo
-Regar las de la familia
-Cagarme en la puta
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1 Incongruencias:
Lo importante es no obsesionarse... la jardinería es difícil... puede simplemente que esa planta no pudiese o quisiese crecer en ese jardín. No me extenderé pues se trata, la jardinería, de un tema extenso y complejo.
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